... anoche soñé tantra.
Se dibujaba invisible en nuestros cuerpos
mientras se fundían, cómplices
para sostenerse
y subir juntos al cielo
y volar lejos.
Soñé tantra que nos ayudaba luego a bajar
y a dormir juntos, el uno al otro.
Soñé con la confianza.
Cobraba vida en nuestras manos
que buscaban encontrarse
para jugar, darnos placer
complementar fuerzas...
Y soñé con la valentía de amarnos incondicionalmente
caminando juntos hacia lo incierto.
Entonces desperté.
Encontré a la pena en frente.
Me mostraba qué paso mientras dormía
Valentía y confianza se habían ido
al no encontrar ni cuerpo ni alma
de aquel ser que yo adoraba,
y ahora negaba conocerlas,
aceptando a cambio una vida sin amor y sin norte.
Entonces alzé mis manos
y lancé infinitos lazos invisibles
que hoy aún viajan por el cosmos
alcanzando sólo a los seres
que desbordan amor y conciencia.
Se dibujaba invisible en nuestros cuerpos
mientras se fundían, cómplices
para sostenerse
y subir juntos al cielo
y volar lejos.
Soñé tantra que nos ayudaba luego a bajar
y a dormir juntos, el uno al otro.
Soñé con la confianza.
Cobraba vida en nuestras manos
que buscaban encontrarse
para jugar, darnos placer
complementar fuerzas...
Y soñé con la valentía de amarnos incondicionalmente
caminando juntos hacia lo incierto.
Entonces desperté.
Encontré a la pena en frente.
Me mostraba qué paso mientras dormía
Valentía y confianza se habían ido
al no encontrar ni cuerpo ni alma
de aquel ser que yo adoraba,
y ahora negaba conocerlas,
aceptando a cambio una vida sin amor y sin norte.
Entonces alzé mis manos
y lancé infinitos lazos invisibles
que hoy aún viajan por el cosmos
alcanzando sólo a los seres
que desbordan amor y conciencia.
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